Dra. Bárbara Vilá Zorrilla, PhD / 27/8/2021

Según investigaciones, se cree que solo 2 de cada 10 personas logran resultados positivos de lo que se proponen.  Partiendo de esta cifra, es muy fácil adivinar que el emprendimiento no se les da a todos.  Se requiere de muchos factores armonizados para lograr lo que se desea.

Estoy segura de que te ha pasado por la cabeza alguna vez el tema de emprender.  Esta semana una cliente me dijo, siempre he deseado emprender, pero ya es tarde.  Me quedé reflexionando, ¿por qué tarde?, nunca es tarde, si la dicha es buena.  Emprender es un viaje que trae muchos retos, pero también grandes satisfacciones.

He aquí algunas algunas acciones que te recomiendo consideres antes de emprender.

  1. Descubre y define tus competencias (conocimientos, destrezas y comportamientos de personalidad).  De tus talentos pueden salir ideas para desarrollar un modelo de negocio sustentable.  Ejemplo: algunos de mis talentos los he podido conjugar bien en mi modelo de negocio.  Me encanta comunicar y enseñar y dicen que soy buena en eso.  Soy determinada, me trazo metas y voy tras ella con entusiasmo.  Soy estratégica, se me facilita identificar formas de hacer las cosas.  Mi propositivo de vida es servir y ayudar a otros a descubrirse para manifestar lo mejor de si. Todos estos talentos los integro con alegría y energía en los servicios de bienestar y desarrollo organizacional e individual.
  2. Emprende con algo que te apasione.  Reflexiona: ¿Qué haría como pasatiempo, y no por dinero?   Luego, conviértelo en una idea rentable de negocio.  En mi caso, hace más de 20 años atrás descubrí la pasión por adiestrar, me preparé académicamente y emprendí, sin pensarlo mucho porque en la juventud no se analiza mucho, simplemente se actúa. Llevo todo ese tiempo apoyando a empresas en el desarrollo de su efectividad y el desarrollo del talento de su lideres y empleados.
    Además, como soy malabarista del tiempo, hace poco menos de 10 años, convertí en negocio otra pasión, el deseo de estar en salud y bienestar.  Ahora tengo un instituto físico y virtual en donde desarrollo gente que desean lograr armonía en cuerpo, mente y Ser.
  3. Investiga el entorno: mercado, industria y clientes potenciales.  Hoy día es una tarea cómoda, debido al acceso a la información por internet, pero no deja de ser compleja por sus múltiples dimensiones.  Consejo: detente cuando observes que estas abriendo mucho el mercado o la combinación de industrias.  Céntrate en lo sencillo en un principio, ya luego tendrás tiempo de explorar otras cosas.  Recuerda el refrán: el que mucho abarca, poco aprieta.
  4. Define quién será tu cliente principal y secundario: escucha su voz.   Identifica sus necesidades, expectativas y perfil. Selecciona con qué tipo de cliente te identificas, cuál es el que piensas puedes suplir mejor sus necesidades.  Piensa cómo tus talentos pueden servirles.  Encuesta o busca información sobre el perfil de ese tipo de cliente y defínelo como nicho.  Esto es importante, para cuando definas tus estrategias de ventas y mercadeo.  En un principio mi público objetivo eran organizaciones de todo tipo, y ahora son esas e individuos con altos niveles de estrés en búsqueda de lograr salud y armonía.
  5. Asesórate y adiéstrate con expertos en negocio.  Podría decir que operacionalmente comencé sola, pero filosóficamente no.  Para emprender no basta con estudiar y leer.  Hay que observar, escuchar de primera mano a otros empresarios, mentores o coaches que tiene una genuina vocación de ayuda y servicio.  En los últimos años he invertido tiempo y dinero en desarrollarme en mercadeo digital.  Bueno, si me sigues, ya te habrás dado cuenta.   Me fascina eso de mercadeo con valor, porque me sostiene en el propósito de servir, aun cuando estoy mercadeando mi marca persona o los servicios de Sambodhi.  “Asesorarse y aprender agrega valor y es el cuento de nunca acabar”.
  6. Elabora un modelo de negocio. Creo que puedo hacer un libro de modelos. Antes de lanzar Sambodhi, estuve tres meses trabajando arduamente definiendo el modelo de negocio.  Pero antes de dibujar y definir el modelo todo comenzó visualizando, soñando.  Soy una soñadora empedernida.  Creo que mi habilidad definiendo modelos organizacionales y de negocio comenzó en una clase del programa doctoral.  Desde entonces comencé a dibujar, literal, dibujar cajita y flujograma de estructuras y servicios. Aunque los modelos no son estáticos, nos permiten trazar una línea clara de lo que vas a ofrecer y cómo lo vas a ofrecer.
  7. Haz un presupuesto real que incluya: tecnología, mercadeo, personal de apoyo (contratado o sub-contratado), entre otros. Esta es una de las partes que pensé sería difícil, pero ha resultado entretenida.  Basta con tener buenas plantillas de Excel y jugar un poco con los números para definir el presupuesto.  Soy conservadora pero bastante realista. Antes preguntaba y buscaba mucho sobre los costos, ahora según la experiencia es mucho mas fácil estimar los gastos.  En mi caso los gastos más significativos, que antes estaba en el personal de apoyo, ahora está en la tecnología. Desde el comienzo de la pandemia todo cambio.
  8. Haz un plan de negocio con actividades. Define los objetivos, estrategias, estructura de negocio, nicho de cliente, presupuesto y actividades a corto plazo para el desarrollo de productos o servicios, mercadeo y actividades de ventas.  Esto es algo que hago muy rústico y sencillo, porque cuando le pongo presupuesto a las partidas de mercadeo, me dan ganas de llorar. Ji, ji, ji.
  9. Mercadéate y convierte prospectos en clientes fanáticos, antes de invertir en oficinas, equipos, persona, etc., invierte en mercadeo. Nunca he sido de invertir mucho en las oficinas, pero sí invertía mucho tiempo formulando los servicios (diseños, materiales, manuales, etc.) que, a fin de cuenta, algún de estos ni siquiera usaba, porque siempre el cliente pedía cosas diferentes.  Ahora diseño solo la idea o el concepto y la mercadeo.  Si hay interés, entonces diseño e implemento para convertir prospectos en clientes fanáticos.
  10. Actitud para comenzar y sostener el emprendimiento aun con los tropiezos.  En el emprendimiento siempre nos topamos con retos y tropiezos.  Antes comenzaba con energía y entusiasmo y al primer tropiezo, medio me frustraba, me quitaba y cambiaba de idea.  Ahora mis frustraciones son casi imperceptibles, fluyo según lo que se vaya dando porque soy menos obstinada que antes.  Eso me permite tener una mejor actitud de perseverancia ante los retos.  Entonces, dejo descansar las ideas y luego lo intento.  Hago el intento 2 y a veces hasta 3.  Bien lo dice el refrán, a la tercera, casi siempre va la vencida.

Reprográmate para no rendirte con facilidad, aprende, estudia, busca apoyo, pero, sobre todo, atrévete.  Descubre si naciste para emprender.

Por lo pronto, conoce más sobre herramientas de desarrollo haciendo clic en: Herramientas Sambodhi

Puedes contactarme escribiendo a: info@sambodhipr.com

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